Fotografía publicitaria e industrial
Muchas veces se confunde la fotografía industrial con la fotografía de publicidad o de productos, cuando en realidad se trata de especialidades distintas con diferentes exigencias.
Quizás la confusión se debe a que tanto la fotografía publicitaria como la fotografía industrial emplean herramientas similares: en la época de la fotografía analógica, en ambas disciplinas se empleaban cámaras de gran formato. Hoy se utilizan respaldos digitales o cámaras reflex de alta gama. También, hoy como ayer, es común el uso los flashes de gran potencia y de sofisticados accesorios para el control de la luz. Pero aquí se acaban las coincidencias.
La fotografía publicitaria funciona generalmente en el contexto de un aviso o pieza gráfica, completando un mensaje publicitario que incluye texto y otros elementos. La fotografía industrial, en cambio, se emplea muchas veces sola, y si se incluye en el contexto de una pieza gráfica, es muchas veces una representación independiente.
La fotografía industrial debe representar con rigor casi contractual el aspecto de un objeto o las características de una operación técnica. Quien la vea debe saber inmediatamente de que material está hecho un objeto, que dimensiones tiene y para que sirve. La fotografía publicitaria no tiene este objetivo, bastan como ejemplo la publicidad de cigarrillos o de desodorantes.